DIETA CETOGÉNICA, ¿EN QUÉ CONSISTE?

Mucho hemos escuchado sobre la dieta cetogénica últimamente, pero es una gran desconocida para la mayoría de sanitarios, que se limitan a dar las recomendaciones que indican las farmacéuticas que hay que dar, sin ahondar mucho en ellas. Por eso, este post quiere explicar brevemente qué es la dieta cetogénica y qué beneficios nos aporta.

¿QUÉ ES LA DIETA CETOGÉNICA?

Según la RAE, la palabra dieta viene del latín diaeta, y este del griego δίαιτα, “régimen de vida”. Actualmente, usamos este término para referirnos exclusivamente a lo que comemos, pero en origen es muchísimo más, son todos aquellos hábitos que determinan nuestro modo de vida. 

Podríamos decir incluso que la dieta cetogénica es una dieta de moda de tanto que se escucha hablar de ella, pero nada más lejos de la realidad. La dieta cetogénica es aquella forma de comer (y de vivir) que va a dar lugar a que el cuerpo cree y use cuerpos cetónicos como sustrato energético. Y este estado es algo fisiológico para el ser humano. De hecho, al nacer y los primeros meses de vida del recién nacido, los pasamos en cetosis. Es después, cuando nos alimentamos según la infame “pirámide nutricional” (esto da para una serie de post…), cuando cambiamos nuestro sustrato principal a la glucosa y comienzan los problemas.

Por tanto, la dieta cetogénica es simplemente una forma de alimentarnos mediante la cual entramos y nos mantenemos en cetosis, pero esto, ¿qué quiere decir?

¿QUÉ ES LA CETOSIS?

Como hemos dicho anteriormente, la dieta cetogénica es aquella que nos permite entrar en un estado de cetosis, pero ¿qué significa eso? 

Regresemos a unos años atrás. Volvamos a las clases de nutrición o de bioquímica de la carrera (si es que las tuviste porque el curriculum académico de alguna de las titulaciones sanitarias ignoran completamente esta importante fuente de salud). Como quizás recordarás, aprendimos que hay tres macronutrientes principales a través de los cuales obtenemos energía (esto no es totalmente así, pero ya lo aprenderemos en futuros posts, te adelanto que hay mucha “información” que desterrar). A saber, estos sustratos energéticos eran:

  • Hidratos de carbono: el combustible principal actualmente debido a la gran cantidad de carbohidratos que tomamos con la dieta actual. Es el de elección del organismo porque es más fácil de quemar, pero porque sea el de elección no quiere decir que sea el más idóneo. Si no se toman, el cuerpo los puede crear.
  • Grasas: más rentable y eficiente que los hidratos de carbono, pero cuando estos tomas el protagonismo resulta prácticamente imposible quemar grasas. También tienen funciones estructurares: son la estructura de la célula prácticamente, por lo que son esenciales para la vida.
  • Proteínas: su función principal es estructural, aunque en estados de inanición extremadamente prolongada (meses) se puede usar como combustible.

En esta lista falta otro combustible, que, oportunamente, se ha dejado atrás, ¿casualidad? No lo creo. Este sustrato energético son LOS CUERPOS CETÓNICOS o CETONAS.

Las cetonas surgen de la combustión de los triglicéridos, los cuales sufren una serie de modificaciones dando lugar a los cuerpos cetónicos. Esta reacción se produce en numerosas células, pero principalmente en el hígado, que justamente es el único órgano el cual no las puede usar como combustible, pues podría haber un problema de competencia respecto al resto de las células del cuerpo, inteligente por parte de la naturaleza, ¿no?

Hay tres tipos principales de cuerpos cetónicos: acetoacetato, beta-hidroxibutirato y acetona, y los dos primeros son los que proporcionan energía.

Los tres fantásticos

Ahora ya sabemos que la cetosis es un estado fisiológico y normal del cuerpo en el cual el organismo obtiene la energía principalmente de estos cuerpos cetónicos. Abandonamos la tiranía de la glucosa y vivimos de cuerpos cetónicos. Simple.

¿CÓMO ALCANZAR LA CETOSIS?

En condiciones naturales, el cuerpo humano es lo suficientemente inteligente para usar todos estos tipos de combustible casi a la vez, cambiando de uno a otro con facilidad. Pero el humano moderno vive casi permanente de la glucosa y ha olvidado cómo quemar los cuerpos cetónicos. Casi no los sabe producir, y cuando lo hace se acumulan en sangre y se eliminan por orina porque las células necesitan un tiempo para generar de nuevo los transportadores necesarios para meter estos cuerpos cetónicos en la célula para ser quemados, desenganchándose así de la glucosa poco a poco.

Por lo tanto, para alcanzar la concentración de cetonas suficientes debemos limitar la cantidad de hidratos de carbono que ingerimos. Normalmente menos de 50 gramos de este macronutriente al día, aunque depende de las personas y hay quién necesita menos cantidad aún. De esta forma obligamos al cuerpo a quemar triglicéridos para generar cuerpos cetónicos y usarlos de combustible. 

Será necesario un tiempo de adaptación. Como hemos dicho anteriormente, debemos crear los transportadores celulares necesarios. Por ello, durante el proceso podemos sufrir una serie de síntomas característicos conocidos como cetoadaptación. Entre estos síntomas encontramos dolor de cabeza, mal olor corporal, falta de energía. Estos sintomas serán mayores y durarán más tiempo cuanto más enganchados a la glucosa estemos. Es decir, sólo habla de la mala dieta que teníamos, no es culpa de los nuevos hábitos que estamos adquiriendo, totalmente alineados con nuestra naturaleza, sólo señalan lo mal que lo estábamos haciendo hasta ahora.

Además, una dieta cetogénica bien formulada está formada de muchas grasas de buena calidad y moderada cantidad de proteínas, las justas y necesarias, no la cantidad desorbitada que se toma en la actualidad.

PERO ¿LA CETOSIS NO ERA MALA?

Esta pregunta se repite constantemente entre los sanitarios, que alguna vez escucharon campanas pero ya no recuerdan dónde. 

La confusión surge cuando no se entiende la cetosis y se confunde ésta con la cetoacidosis, que es una complicación de la diabetes, normalmente de la tipo 1. Haremos un post donde expliquemos a fondo la diferencia. Pero quédate con que, si no eres diabético tipo 1 y haciendo correctamente las adaptaciones adecuadas para llegar a la cetosis, muy difícilmente desarrollarás cetoacidosis y el estado de cetosis es un estado completamente natural y fisiológico del cuerpo humano.

En la cetoacidosis encontramos altos niveles de cuerpos cetónicos y de glucosa en sangre, lo que produce una intoxicación. En cambio, en una cetosis nutricional, los cuerpos cetónicos pueden estar relativamente altos pero la glucemia está bajo control, incluso, cuando hay una cetoadaptación completa, puede estar en rangos considerados “bajos”.

BENEFICIOS DE LA DIETA CETOGÉNICA

Quizás resulta hasta ridículo hablar de beneficios, pues la dieta cetogénica no es sólo una dieta más para perder unos kilos. Es la manera que diseñó la naturaleza para que viviésemos. Imagina que estamos en la época de las cavernas, donde no había tantos productos y pseudoalimentos donde elegir, ¿qué podríamos comer entonces? Carne, pescado, huevos, leche y cuatro hojas o frutas que recolectásemos. Y en esos alimentos se basa la dieta cetogénica.

Hablar de beneficios entonces habla más de la mala dieta que tenemos actualmente como sociedad que de las bondades de la dieta cetogénica. Esta dieta es la que tenemos que tener, fin. Todo lo que se desvíe de ahí produce problemas y enfermedades que esta forma de comer, la nuestra original, arregla.

CONCLUSIÓN

La cetosis es la forma natural de existencia de nuestro organismo. Ya desde recién nacidos estamos en cetosis, aunque con el tiempo, cuando nos alimentamos según la temida «pirámide nutricional», perdemos esa maravillosa herramienta de salud que nos dio la naturaleza.

La dieta cetogénica es la manera de alimentarnos que la Madre Naturaleza diseñó para nosotros. Y volver a ella es volver a la salud. Consiste, simplemente, en invertir las recomendaciones que nos dan las fuentes oficiales y tomar gran cantidad de grasas (no todas valen, no todas son saludables y también hay mucho mito que destrozar aquí, ya lo irás viendo), moderada cantidad de proteínas (no más del 30% de lo que comas diariamente) y extremadamente poca cantidad de hidratos de carbono (50 gramos diarios como máximo).

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Referencias

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  3. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2359752/
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  6. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/5966335/
  7. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16848698/
  8. Dieta cetogénica. El protocolo de una alimentación efectiva. Carlos Stro y Ricardo Stro.
  9. El código de la obesidad. Dr Jason Fung.
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