Te hiciste sanitario para curar a gente y los estás enfermando

Ahora que lo sabes, ¿qué vas a hacer?

Piénsalo. Pero piénsalo bien. Sin prejuzgar. Vivimos en la época con más tecnología y avances de la historia de la Humanidad y cada vez estamos más enfermos. Cuánto más avanza la ciencia, más enferma está la sociedad. Debe ser que algo no estamos haciendo bien… ¿no crees?

El sistema sanitario en el que trabajamos, del que vivimos y al cual representamos vive de la ENFERMEDAD. Es duro leerlo, pero realmente es así. Sin enfermos, no hay sistema. 

Y te pregunto: ¿quién mantiene ese sistema?? Exacto: los sanitarios. Es decir, tú. Por lo tanto, por deducción lógica tenemos que: 

El sistema mantiene a la población enferma

Y el sistema se mantiene gracias a los sanitarios

Los sanitarios mantienen a la población enferma

¿Estás hart@ de tratar síntomas? ¿Estás cansad@ de decirle a los pacientes que su enfermedad no tiene cura?

Cuando pensaste estudiar alguna titulación de Ciencias de la Salud, lo hiciste con tu mejor intención, creyendo que ayudarías a salvar millones de vidas, que curarías a gente, que le harías recuperar la salud y el bienestar. Ahora que llevas años en este mundo, sé sincer@ contig@ mism@, ¿crees que es eso lo que estás consiguiendo? Porque una persona que toma miles de medicamentos al día para estar cada día peor, NO ESTÁ SANANDO.

Desde que las autoridades sanitarias empezaron a hacer recomendaciones dietéticas, se produjo una explosión de enfermos. Cada vez estamos peor. Y nosotros los sanitarios somos partícipes de ese crimen contra la humanidad que se está llevando a cabo.

Y ¿a cambio de qué lo hacen? DINERO. Simple y llanamente, avaricia. Mantener a la población enferma genera mucho dinero. El número de pacientes crónicos no para de aumentar y eso llena las arcas de farmacéuticas, asociaciones, etc. No hay escrúpulos. El dinero manda. No les importa la salud de nadie. Juegan con la ilusión de la gente, haciéndoles creer que van a sanar o a encontrarse mejor. Pero tú ya sabes que el que entra en el juego del sistema sanitario, muy rara vez sale. De una pastilla pasan a dos, después a cinco, luego una intervención…

Normalizan la enfermedad

De todas las enfermedades que nos acechan hoy en día, la obesidad y la diabetes se llevan la palma. Ambas copan los rankings de prevalencia. Mires donde mires, verás a gente con más kilos de los que debería. 

Por ser común no quiere decir que sea normal. La enfermedad no es normal. La obesidad no es normal para el Ser Humano. No es estética, es salud. Y tener kilos de más es estar enfermo. 

Cuando un cuerpo NO funciona bien, acumula grasa.

Cuando un cuerpo funciona bien, NO acumula grasa.

Fácil.

En cambio, nos hacen creer que los kilos de más son banales, que no pasa nada, que hay que quererse como eres, que son reservas por si vienen tiempo duros… Y no, amigo sanitario, tener kilos de más es estar enfermo. Es una enfermedad silenciosa (aunque se vean los kilos), que poco a poco va afectando cada vez a más sistemas. Se normaliza la enfermedad porque, recuerda, eso significa dinero.

Nuestra historia es de SALUD

Durante decenas de siglos, el ser humano vivió sano y fuerte, capaz hasta el fin de sus días de correr de ese animal salvaje que le quería cazar, de caminar largas distancias, de estar sano

Para vendernos todo el sistema nos han dicho que la esperanza de vida de aquella población era baja, sobre 30 años. Pero de una media no podemos extraer los extremos. Esa media viene determinada por la alta mortalidad infantil y los peligros diarios a los que se enfrentaban. Llegar a adulto en aquella época era un milagro, cualquier infección suponía una amenaza real de muerte. Pero el ser humano de las cavernas podía alcanzar sin problema la misma edad que alcanzamos en la actualidad. La gran diferencia está en la CALIDAD DE VIDA que tenían. Se han encontrado momias de personas de 80 años sin osteoporosis, diabetes, aterosclerosis… ¿Podemos decir lo mismo ahora?

Lo bueno es que hay solución. Y la tienes al alcance de tu mano. La dieta es la mejor, más rápida y más efectiva forma de tratar estas enfermedades tan prevalentes. Una dieta respetuosa con nuestra evolución. La manera de comer que nos ha traído hasta nuestros tiempos sanos y fuertes nos devolverá la salud que hemos perdido, que nos han robado. Esa enfermedad de la que tú eres partícipe.

Y ahora que lo sabes, ¿qué vas a hacer?

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